martes, agosto 26, 2008

La espera del iracundo

Un recuerdo hermoso, una caricia etérea, es lo que obtengo al soñar con tus ojos, en la lenta explosión del alba, escondida entre la neblina del tabaco, espero a que se forme otro día, codiciando un azar grato, donde hemos de cruzar el mismo camino, algún día renovare el efecto de tu piel sobre la mía, asechare tus labios, invadiré tus ojos, recreare tu silueta cincelada en mis caricias, algún día tomare de vuelta todo aquello, por el momento acompaño al recuerdo de tu vida.

Posiblemente esto nunca sea más que un sueño envuelto en la tristeza, esperare un momento a que tu mirada mire hacia el pasado.