jueves, octubre 29, 2009

Capitulo 15. School of cock.

Parece que los recuerdos e historias de amor siempre mantienen la emoción a la lectura y la platica, a las personas no las entretiene el vivieron felices por un corto periodo de tiempo, quieren historias de muerte, traición, decepción, celos e ideales sobrehumanos; en lo particular a mi ninguna de estas palabras me suena parecido al amor, a este siempre se le toma como el final de la historia, a nadie le interesa la vida misma.

A esa edad no comprendía demasiado estas palabras, buscaba emoción y satisfacción, por que para mi era el ingrediente principal de las historias románticas, buscaba hacer de mi vida una novela, pero no podía aprender solo leyendo, tenía que experimentar la vida misma, para entregarle todo aquello que yo apetecía. Lamentablemente lo único que había aprendido fue a amarla en demasía, las personas que intente al menos querer eran solo una pieza, un objeto que en ocasiones podía pertenecer a la colección de mis recuerdos.

Llevas 8 meses de viaje, de ser así en vez de un hasta pronto, hubiera recitado una despedida digna de ser recordada. No e tenido noticias tuyas, prefiero no pensar en ello y concentrarme en tratar de olvidarte un tiempo, para seguir aprendiendo y otorgarte el regalo que en realidad mereces.

Las salidas a los bares de esta extraña cuidad acaban por lo general en sexo casual, los cafés a mediodía en toqueteos y besos amateurs, las comidas y catas en extrañas recopilaciones para un libro llamado “platillos, aroma y Kamasutra para novatos”, los clubs me hacen sentir como un perro ovejero que danza entre las multitudes para no perder su rebaño, olvido mi cortesía en las fiestas de mi amistades, es gracioso saber su nombre mientras te bajan los pantalones.

Así todo siguió sin grandes títulos, sin ocasiones especiales, sin una vida que vivir, pensaba demasiado en ella. Pensé en emular a mis amigos, bajar la importancia del género femenino, a la mayoría de los hombres les funciona y a muchas mujeres no les importa o simplemente a eso están acostumbradas.

Lo único que logre fue saber que mujeres estupidas buscan hombres estupidos, este no era mi lugar, ni mi mundo.

Tome un espejismo tuyo, de facciones semejantes y actitud comparable. Me dedique a construir un monumento en tu memoria, usando su cuerpo y mente como material. Nada bueno obtuve de esto, era demasiado fácil, carecía de reto alguno, podía saber en el final los pasos que daría, las oraciones con las que componía sus extravagancias, el tiempo que tardaría su orgasmo, los minutos que tardaría en llamarme.

A causa de esto solo logre invocar tu recuerdo, tu dificultad, tu reto, el hecho de que tratara de explorar tu núcleo y solo llevarme una sorpresa tras otra.

Me prometí nunca volver a jugar a ser un demiurgo, a dejar las mentes y corazones femeninos como permanecieron antes de mi llegada, no era capaz de soportar en mi memoria un acto parecido. Supuse que podía solo aprender sin ningún remordimiento, pero soy demasiado humano.

Ahora veo que las historias entre géneros tienen semejanza aunque todos los bandos traten de maldecir con la igualdad a los miembros de cada género, la realidad es otra, todos son demasiado diversos, eres única.

Lamento el destrozar sus almas, nunca tomare sus partes y las fundiré en un nuevo ser.

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