jueves, octubre 15, 2009

Capitulo 7. Weregild

Despues de ese día, sentía una extraña sensación en cada molécula de mi cuerpo, soñaba cada día que llegarías a tocar mi puerta, cuando visitaba aquella plaza esperaba verte en una banca esperando como una niña a que yo llegara, esperaba que me sorprendieras en una de mis sesiones de juego, esperaba hallarte en el chat, esperaba una carta tuya, un mensaje contado por mis amigos de que me habías buscado, esperaba que quisieras verme.

Y así paso casi una semana, imaginaba todo tipo de escenas de nuestro encuentro aun algunas muy felices pero la mayoría eran de encuentros tormentosos, y tristeza en mi corazón.

Habían pasado 6 días desde nuestro encuentro, me dirigí a mi sesión acostumbrada de observar la plaza hasta asquearme de cigarrillos para después ir a jugar, me senté frente a la computadora, observe el blanco reloj y cheque mi correo, así como si nada apareció algo que casi hizo explotar mi corazón.

Era un mensaje tuyo, lo abrí con la precisión de un detector de minas, empecé por la primer línea, antes de dar el parpadeo mas largo de mi vida, y para la sorpresa del mundo y el destino, era una propuesta de noviazgo, la carta era un poco burda y tonta, con una canción dedicada hacia mi (que por cierto la canción era un asco, pero por todo lo demás, sentía que estaba brindando con Zeus), mi mirada se agudizo al grado que podía observar los hilos en los tejidos de mi manga, mi sentidos probaban uno a uno los sabores del tabaco, sentía como el frío erizaba mi folículos, sentí el movimiento de mi iris, hasta que mis pupilas delataron mi emoción y así sin más de un salto, me dirigí a la puerta para tomar aire, calmarme un poco, y gritar ante el destino y este mundo contra el cual luchaba, ella me ama!.

Después de casi querer romper tiempo y espacio con mi alegría, me senté mas tranquilo a jugar, contando los minutos para que el mañana llegara.

Me levante temprano mucho mas de lo habitual, amaneció tan fresco y energizado que no se notaba que solo había dormido unas tres horas, hice el desayuno, me prepare un te, escogí la ropa. Cante L.A Woman en la ducha, es una dedicatoria en las ocasiones especiales, mientras The Doors inundaba cada rincón de la casa, mi acicalamiento seguía su ritmo. Estaba listo para darte una sorpresa, visitaría de nuevo tu casa y sin más te secuestraría algunas horas, el camino era un verde real, una tierra con olor a humedad y toque de hierba, un sol enceguecedor y un frío refrescante.

Mientras bajaba del transporte, mis pasos se hicieron seguros, mi actitud reventaba de seguridad, había crecido algunos centimetros con la postura que tome al andar, llegue y toque tu puerta, para después casi orinarme en los pantalones del miedo.

Saliste mirando de entre ojo, llena de vergüenza y timidez, te tome entre mis brazos y musite.

Con que quieres estar a mi lado –dije con un poco de dulzura y sarcasmo- .

Así es, dijo mientras me miraba fijamente.

Y de la nada tu sonrisa se convirtió en beso, mientras me apartaba un momento para darte un si definitivo.

Llegamos a mi ciudad y paseamos un momento, para después cubrirnos en mis cobijas y compartir nuestra pasión.

1 comentario:

Unknown dijo...

L.A. Woman~

"mi acicalamiento seguía su ritmo" acicalando el ego verdad?