viernes, octubre 16, 2009

Capitulo 8. Reflejos dispersos.

Llego la época de tormentas, nuestros pasos son lentos y cuidadosos, nos empapamos de tanto en tanto, creamos escenas inexplicables en ellas, te amo.

Han comenzado los días de maneras extrañas, no sabemos hacia donde vamos entre la pasión y el cariño, hablamos de repente nuestras discusiones son largas pero llenas de emoción, nuestras ideas chocan, te deseo.

Te rehúsas a decir las historias completas, cierras las frases de vez en cuando, me miras de manera ingenua sabiendo que soy un ingenuo, te ansío.

Nuestros gustos son distintos, nos mostramos parte de nuestro mundo nos aferramos siempre a nuestras ideas ante nosotros, compartimos el uno del otro con los demás, te respeto.

Ya ha pasado más de una año desde aquel día, mi mirada trata de leer alguna respuesta hacia sus interrogantes, mi cuerpo se siente frío es una agradable sensación, mi peso ha bajado, estoy mas cómodo, mis rutinas son variadas y excesivas, puedo con todo lo que se me presente.

Me dirijo a nuestro encuentro, te explico alguna graciosa proeza, robo una carcajada tuya, te abrazo y conversamos mientras observamos el infinito.

_Sabes, me encanta estar a tu lado – dije, como si estuviera obligado a agradecer su presencia-, es como si descansara todo mi ser, tal vez me recargo a tu lado, eres como mi mana, la fuerza que me permite vivir todos los días y vivir en serio, desapareciendo mis limitantes.

_A mi también me gusta la sensación, es agradable – respondió tratando de ocultar cierta tristeza-

_ ¿Que es lo que te aqueja mi amada? – pregunte mientras escondía una carcajada, para tratar de sacar la suya-.

_No es nada, solo no se, en ocasiones me siento triste, sin saber el por que.

_Eso no tiene mucha lógica que digamos, ¿no?, todo tiene una razón y causa, ¿o no es así?

_Te digo que no lo se, si lo supiera ya te lo hubiera dicho

Me quede callado mirando al infinito, mientras preparaba un interrogatorio, nadie se podría llevar mi felicidad ni siquiera ella. Me propuse a investigar un poco, y poco a poco me tope con algunas pistas, algunas atormentaban mis ratos libres, otras tantas les buscaba solución, las entrelazaba a contextos, teorías psicológicas y filosóficas de mi invención. Necesitaba algo fuerte, necesitaba arrancar toda esa tristeza desde su raíz.

Me propuse a hacer una terapia de shock inconscientemente, tenia planeado todo tipo de respuestas y escenarios posibles para el día de la “terapia”.

Comencé la conversación con ejemplos de vida, la mayoría ficticios pero que según mis especulaciones darían lugar al tipo de conversación y actitud de plática que deseaba, pero ella no era estupida, sabia que nunca hablaba por hablar que con cada una de mis palabras siempre quería llegar a algo.

Se forzó a no seguir el camino que le preparaba y en un arranque de furia y llanto, me respondió mas de lo que hubiera deseado, simplemente todo aquello era insoportable, nunca hubiera pensado que todas sus confesiones las suprimiría, casi como un niño en un trauma, pero sin embargo gane un poco de su confianza, otro tanto de su miedo y desprecio hacia mi.

No hay comentarios.: